Mabeluca se fue forjando como Matriarca desde pequeña. Al enfermar su madre, tomó la responsabilidad de cuidar a sus 4 hermanitos pequeños, mientras su padre trabajaba. Siempre fue, es y será quién cuida y une a la familia. Humilde, amable y muy inteligente, es además Doctora en Matemáticas y profesora universitaria.

Cuando éramos niños, no era habitual que las madres fueron profesionales, y pese a trabajar fuera de casa, se las ingeniaba para ser una gran madre y continuar brillando en su carrera, es de esas mujeres todo terreno.

Nuestro padre Juan se hizo de abajo, su padre era radiotelegrafista y nuestra abuela trabajaba en el campo. Fue siempre muy emprendedor y lleva más de 40 años junto a las vides. Formó parte de reconocidas bodegas hasta que pudo formar la propia. Es un apasionado de toda la cultura y la magia que rodean al vino. «Ese amor y compromiso», lo cultivó en sus hijos Alberto e Ignacio.

Alberto, “el Benjamin” de la familia, tiene un paladar exquisito y un gran gusto para elegir los productos de mayor calidad. Su empatía e inteligencia hacen de él, una persona bondadosa y confiable. Se encarga de manera muy eficiente de la administración de la empresa, atendiendo cordialmente a nuestros clientes. Le encanta el fútbol y es un aficionado incondicional del Real Betis Balompie.

Ignacio ocupa un lugar central en la organización familiar, sus continuos viajes por el mundo contribuyen a generar nuevas ideas y abrir de la mejor manera nacientes mercados.Sus momentos libres los pasa en el mar practicando Kitesurf, disfrutando la buena comida con amigos y descubriendo nuevos vinos.

Así surgió este sueño hecho realidad del MaBeluca Estates.

El isotipo de la marca surge de la integración de símbolos matemáticos simples, que en su combinación logran una marca legible y armónica.

En ella se han reunido elementos matemáticos conjugados con las iniciales del nombre. Los símbolos usados son: el símbolo E de pertenece, el V  símbolo para todo, la U de unión y la M que transmite el espíritu de Mabel.